Ante las secuelas de la descomunal crecida del rio Pilcomayo

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Un escenario “realmente complejo”, no solo por lo económico, sino por lo anímico, es el descripto por el diputado provincial, Roberto Vizcaíno como una de las graves secuelas de la descomunal crecida experimentada por el rio Pilcomayo y que el estado provincial debe sostener.

Expuso que las imágenes de casas sepultadas por el sedimento

“muestran la triste realidad: El rio Pilcomayo no solo es su curso errático, sino que dejo toneladas de sedimento, enormes arboles y ramas en los sitios donde baño”. Dijo que “en promedio advertimos 1,20 metros de sedimento acumulado, con lo cual uno entiende el porqué se va taponando su cauce y se producen los desbordes de magnitud como lo que tuvimos en este ciclo”.

 

Explico que “cuando menos energía tiene el rio el sedimento decanta con mayor facilidad, por eso justamente la necesidad de hacer las correderas con profundidad y el curso alcance una mayor dinámica en su escurrimiento”. Aunque figura que “este año, que en el sistema de correderas recibió casi el 90% de las aguas (Paraguay muy poco), nos trajo también millones de toneladas de sedimento. Y esto nos genero el colapso o taponamiento de las correderas que tienen un ancho de 20 metros”.

 

El legislador dijo que “habitualmente ingresa unos 500 metros cúbicos de agua por segundo, y este año tuvimos más de 7000 metros cúbicos por segundo, lo que hizo que colapsara una porción de las correderas y superaran las defensas ante la enorme presión del agua”.

Este escenario de desastre pego muy fuerte a unas ocho comunidades tobas que están afectadas con ese sedimento depositado en sus casas, además de unas 80 familias criollas cuya economía está basada en la ganadería por eso viven desperdigadas y también sobrellevando esta realidad, con pérdidas de infraestructuras y servicios de magnitud, desde escuelas, centros de salud, redes eléctricas y de agua potable, viviendas.

Señalo entre las poblaciones arrasadas más importantes a El Churcal y La Madrugada, después hay otra media docena más chicas (Tres Yuchanes, Isla García, Pozo Ramón, Chañaral) donde vivían casi cien personas en cada una.

“A esto hay que sumarle otras poblaciones como El Cañón o El Quemado que son comunidades a la altura de Laguna Yema, contigua al bañado y cuyos pobladores son desplazados ante cada crecida”, expuso.

 

Indico Vizcaíno que “se está buscando el lugar más apto para reubicar estas familias, y no es tarea sencilla pensando que para diciembre comenzara a darse una nueva embestida del rio como cada ciclo de aguas altas. Además, debemos comenzar a ejecutar obras muy importantes, que demandaran una inversión muy elevada y de difícil que la provincia la pueda sostener con recursos propios”.

 

Aquí advirtió que el aporte nacional de 10 millones de pesos es “extremadamente exiguo”, marcando que “desde hace meses que la provincia está sosteniendo socialmente a mas de 1500 personas que han debido dejar sus casas por la embestida del agua. Están contenidas en los asentamientos previstos de antemano ante las directivas dadas por el gobernador (Gildo) Insfran frente a la probabilidad de que ocurriera lo que luego se dio”.

Además señalo todo lo que se desembolsa para la ayuda a los productores en sus explotaciones, “sobre todo los ganaderos de la zona, además de los aborígenes que tienen pequeños emprendimientos de ganado menor y de artesanías. Y en El Churcal y La Madrugada se perdió el 90% de las hectáreas cultivadas”

Expuso sobre el “enorme costo que demandara generar nuevamente toda la infraestructura y servicios, además de lo más oneroso que son las obras que deben ejecutarse todos los años y que los equipos técnicos están diseñando los nuevos proyectos a realizar”.

 

Vizcaíno opino que “el Pilcomayo se trata un rio compartido internacionalmente, inclusive además de Formosa hay otras provincias con las cuales se comparte, pero con mucha humildad lo digo: Es Formosa quien más se preocupa en el rio Pilcomayo”.

 

Advirtió que “si no se ejecutan las obras y perdemos el rio no solo se estará afectando a las comunidades del oeste, sino una vasta zona de la provincia que recibe agua a partir del bañado La Estrella que es abastecido por el Pilcomayo”.

 

El legislador sostuvo que “cuando ratificamos la firme decisión en compartir un 50% las aguas del rio con el Paraguay no solo lo hacemos porque es un derecho que les asiste a nuestros vecinos, sino porque se distribuiría igualitariamente las aguas y el sedimento, o sea lo bueno y lo malo”.

 

Admitió que “lo sepultado será muy difícil recuperar, tal vez los techos, pero no más de eso, es una perdida terrible, y más allá de lo económico esto lo emocional, sobre todo porque la gente quiere vivir cerca del rio, que representa vida. Es un enorme desafío el que tenemos por delante”.

“Y es que aunque se asiste de manera integral a estas familias, o sea con el alimento, manteniendo los servicios educativos y de salud, existe una faceta muy compleja: Todo aquel que pierde su hogar es alguien con una familia y una vida organizada que se ve trunca”, lamento.

 

El llanto de la anciana

 

Recordó el caso de una anciana mujer que residía en una de las comunidades sepultadas que es Isla García, la que en plena evacuación de las 16 familias residentes allí, “no quería salir y dejar sus cultivos, y lloraba desconsoladamente, con una enorme angustia. Venia conmigo en la camioneta y uno pensaba que esa mujer va dejando toda su historia de vida en esa pequeña comunidad. Fue una situación que me quebró, y ahora inclusive al saber que no puede volver más al lugar donde construyo su familia, donde estaban sus hijos y nietos”.

“Recomponer todo esto es muy complejo, excede lo económico, así que insisto, los desafíos por delante son muchos y tenemos un largo camino por recorrer para ir restaurando todo lo que ha dejado esta catástrofe”, expuso concluyente.