El ministro Ibáñez dijo que “se generaron las bases para un crecimiento económico sostenible”

Compartir

“La histórica cancelación de la deuda de la provincia consolidó nuestra independencia económica y soberanía política, terminaron definitivamente de afianzar el proyecto de justicia social que lleva adelante el gobernador Gildo Insfrán”, afirmo categórico el ministro de Economía, Jorge Ibáñez.

El ahorro fiscal ponderado en “12 mil millones de pesos, equivalentes a u$s 3.000 millones de dólares en su momento” fue destacado por el ministro de Economía, Jorge Ibáñez, como uno de los trascendentes logros de política económica de la provincia a través del proceso de reestructuración y cancelación de su deuda.

Sustentó que el resultado de dicha operación “le permitió a Formosa resolver estructuralmente su problema de endeudamiento”, añadiendo que “se pudo detener el crecimiento exponencial de la deuda pública y cancelarla sin comprometer recursos fiscales futuros”.

Ponderó el titular de la cartera Económica que “la solución de este problema histórico le permitió a la provincia disponer enteramente de los recursos  de su presupuesto y los provenientes del Régimen de Coparticipación Federal”, marcando que “de esa forma se direccionan fondos para desarrollar políticas y financiar obras de infraestructura social y productiva para mejorar la calidad de vida de los formoseños”, significo.

Evocó cuando “en la década del 90 en el país se produjo un fuerte endeudamiento, lo que llevó a que Formosa en el 95 tuviera una deuda de 724 millones de dólares, que era equivalente al 140% de los ingresos corrientes anuales y afectaba el 98,05% de los recursos de coparticipación federal que no ingresaban a la provincia por retenerse para pagar la deuda”.

Reveló que “ante este complejo escenario, la provincia puso en marcha un programa de reformas estructurales tendientes a garantizar la sustentabilidad fiscal en el largo plazo y a promover el crecimiento económico formoseño. “Los esfuerzos del gobernador se vieron reflejaros desde el inicio de su gestión, logrando una renegociación de la deuda en 1996 que permitió reducir a la mitad la afectación de la coparticipación federal”, indicó.

“Pero el fracaso de los acuerdos fiscales firmados entre 1999 y 2002 entre Nación y las provincias, así como las sucesivas crisis internacionales y el desmanejo político institucional de la Argentina en esos años, ocasionó la crisis económica nacional más grave de nuestra historia”, evocó. Expuso que “en ese contexto, sumada la pesificación asimétrica instrumentada por el Gobierno Nacional, hicieron que la deuda de la provincia a principios del 2002 ascendiera a $2.018 millones de pesos, lo que significaba un 354% de los ingresos corrientes de Formosa”.

Sostuvo el ministro que “a pesar de los esfuerzos provinciales y del reordenamiento fiscal, esta deuda continuó creciendo sustancialmente debido a la capitalización de los intereses de la misma y los programas de refinanciación anuales, aumentándola progresivamente hasta significar un 425% de los ingresos de la provincia en el año 2010”.

Fue claro al señalar que “ante esta grave situación que restringía las posibilidades de crecimiento de Formosa, se decide firmar un convenio entre la provincia y el Estado Nacional en 2009, con el objetivo de acordar el tratamiento para la reestructuración de la deuda. En marzo del 2010 se redefine dicho acuerdo para incluir los intereses en la cancelación a partir de una propuesta financiera diseñada por la provincia”.

Sostuvo que “esta fue una solución financiera mucho más ventajosa que la original, fue aprobada por la Nación y autorizada en la ley de presupuesto nacional de ese año. Como consecuencia de ello la provincia compró un bono emitido por la Nación que equivalía a nuestra deuda reprogramada a 30 años”.

Explico que “con esta operación Formosa solucionó de manera definitiva el problema de su deuda pública con recursos propios, generando un ahorro fiscal de 12.000 millones de pesos para los formoseños, equivalentes a u$s 3.000 millones de dólares de ese entonces. Esto, además, nos permitió disponer totalmente de los recursos del presupuesto provincial y de la coparticipación, acelerando el proceso de desarrollo planificado en el Modelo Formoseño”.