El gobierno activo frentes de trabajo en correderas fluviales del rio Pilcomayo

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En el marco de las obras relacionadas con el Sistema Hídrico Río Pilcomayo – Bañado La Estrella, el gobierno provincial activo durante este fin de semana, importantes frentes de trabajo en la limpieza y ampliación del sistema de correderas fluviales en el departamento Bermejo y, en días hará lo propio en el de Ramón Lista en el extremo noroeste provincial.

Fue señalado que las aguas del rio Pilcomayo ingresan a territorio argentino mediante el denominado Canal Las Torres, en la zona del Proyecto Pantalón en el extremo noroeste del departamento Ramón Lista y a  partir de allí se canalizan a través de  lo que se conoce como sistema de correderas fluviales.

Se trata de un sistema hídrico de cauces naturales y artificiales que se desarrolla en los departamentos antes señalados, a través del cual las aguas del río Pilcomayo llegan al bañado La Estrella, posibilitando el aprovechamiento del agua para producción y consumo humano mediante obras como la ruta 28 por citar a la más emblemática del sistema.

Se consigna que el  Sistema de Correderas Fluviales del Río Pilcomayo constituye el Pilcomayo Argentino, teniendo en cuenta que el antiguo cauce del río, que constituye la frontera natural entre nuestro país y el Paraguay se encuentra seco por efecto de la sedimentación y el retroceso natural del río.

 

Visita a la obra

 

Con el objeto de no dejar nada librado al azar, este fin de semana, el gerente general de REFSA, Fernando De Vido, junto al secretario de la Unidad General de Contralor del ministerio de Planificación, Juan Andrés López, el coordinador del PEP, Aldo Ingolotti, el subsecretario de la Unidad Provincial de Sistemas y Tecnologías de Información, Lucas Vicente, el diputado provincial Roberto Vizcaino, y técnicos de Vialidad Provincial, estuvieron junto a decenas de pobladores en el marco de lo que fue el inicio de los trabajos con el despliegue de maquinas y operarios.

Fue en la zona de El Churcal, La Madrugada, San José y Vaca Perdida, aunque también tiene su impacto en la otra franja donde se cuentan poblaciones como Yirigoyen y El Solitario, conto Vizcaino.

Se recordó que el gobernador (Gildo) Insfrán estuvo allí en los momentos difíciles cuando las aguas del río Pilcomayo amenazaban las defensas de El Quebracho, recorriendo toda la zona y disponiendo obras y medidas para evitar la repetición de las emergencias generadas por el comportamiento errático de ese curso de agua internacional.

Fue justamente el titular del PEP quien impartió precisas directivas de trabajar a fin de tener en condiciones las correderas fluviales para no pasar apuros en el periodo de aguas altas, lo propio en el mantenimiento de las defensas, a fin de que no se generara inquietud entre la población de El Potrillo y todas las otras comunidades jurisdiccionales.

Con la primera “big flot” o anfiexcavadora, entre otras maquinas viales se comenzó a operar en esta zona donde habitan unas trescientas familias aborígenes tobas, además de criollos que se encuentran en pequeños puestos ganaderos.

Estuvieron recorriendo la zona y explicando a los lugareños acerca de los trabajos que proyectados en las zonas de correderas, desde su ingreso en territorio formoseño, en el canal Las Torres. “Trabajaremos en este zona en una extensión de 30 kilómetros, ya que los tres cauces de las correderas se han colmatado, y solo una esta activa, cuando es necesario activarlas a todas para así poder encausar los volúmenes de agua que tiene su época de aguas altas desde diciembre a abril”, fue explicado.

Otro sector donde se operara será en la zona del Proyecto Pantalón, en este caso para facilitar el ingreso de las aguas a nuestro territorio, estimándose unos 20 kilómetros la zona más crítica donde operar.

Para el caso, se están desarrollando los frentes de trabajo, con equipos viales convencionales, fundamentalmente excavadoras y topadoras, van desde la

etapa de limpieza de correderas mediante profundización y el desbosque con topadoras y la limpieza manual de vegetación con mano de obra local. En determinados casos se procederá a la excavación del suelo natural a fin de generar una sección de conducción adicional a la sección natural existente, que permita direccionar el escurrimiento durante el período de aguas altas. Incluso en sectores se deberá ensanchar la corredera existente y liberar de los depósitos de sedimentos que arrastra el agua en las márgenes del cauce a fin de que se configuren sus barrancas consolidando así una línea de escurrimiento principal.

Mediante los trabajos de limpieza y excavación de correderas fluviales se asegura el funcionamiento de los cauces ubicados aguas arriba de la zona de trabajo, evitando el proceso de retroceso natural de las correderas y a partir de allí incrementando la longitud de cauce activo, disminuyendo los desbordes hacia las poblaciones ribereñas y depositando los sedimentos en los bajos naturales existentes en la zona.

“Hace un par de años al menos el 80% de las aguas del rio Pilcomayo ingresan al lado argentino, ya que los vecinos del Paraguay han tenido dificultades con su canal, por lo que en la misma proporción hemos recibido los sedimentos, por lo que el trabajo a ejecutar es realmente importante y lo hacemos con el tiempo suficiente. Es que se requiere operar en este tiempo, a fin de que cuando el periodo de crecida se presente, no tengamos dificultades”, fue explicado.

En los últimos diez años la longitud total intervenida de correderas fluviales es de 340 kilómetros aproximadamente, con un promedio de más de 30 kilómetros por año, sumando los tramos nuevos y tramos donde se trabajó en ensanches en dos o tres años sucesivos.

Los técnicos estiman que durante la segunda semana de diciembre del presente año se concluirán las tareas, a la espera de los primeros picos de crecida que permitirán probar la eficacia del sistema, mediante el monitoreo y seguimiento que realiza personal de la Dirección Provincial de Vialidad periódicamente en todo el sistema.