Mirassou describió los avances del servicio de salud en el ámbito rural

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“El médico rural sigue siendo tan valioso y vigente como antes, la gran diferencia reside en la disponibilidad de recursos, que décadas atrás eran escasos en todo sentido: infraestructura, insumos, servicios como agua potable, energía eléctrica y comunicaciones, equipos y logística. Esto se ha modificado totalmente”, afirma la doctora Cristina Mirassou, subsecretaria de Gestión de Establecimientos Asistenciales de 1° y 2° nivel de la cartera de Desarrollo Humano.

La profesional expuso que “hoy y nuestros médicos rurales tienen acceso a lo que antes no existía, contribuyendo muchísimo a las prestaciones de salud y la mejor calidad de vida de la gente”.

Destaca que “se mantiene es inalterable es la vocación social del médico rural, la vigencia de la estrecha relación con sus pacientes que no son individuales sino familias. Construyen una especie de historia junta, conviven en el mismo lugar con el hacer cotidiano de la comunidad y la comprensión integral de la salud”.

Recordó su tarea en el extremo oeste décadas atrás junto a los agentes sanitarios y parteras tradicionales indígenas, donde el respeto y comprensión, excedían al lenguaje. “Yo comencé en El Potrillo cuando nunca antes había tenido un medio, y cuando había un  parto me iba a las casas porque les era extraño que se le atendiera en una camilla, pero en una ocasión y ante un nacimiento que se complico debí trasladar a la mujer a un hospital y no hubo rechazo. Primero lo hacíamos en el piso y luego subieron a la camilla, o sea todo un proceso que se fue construyendo y haciendo entender el beneficio de un contexto de salud asistiendo”, relato.

Destaco a varios otros profesionales en diferentes contextos pero que se mantiene esa tarea de ruralidad durante, señalando por ejemplo a la doctora Irma Lotero que desde hace muchos años está en María Cristina haciendo una “experiencia maravillosa”. Pondero el “inmenso respeto y cariño de una comunidad para con ella, apreciando en todo este tiempo aprecio su entrega y compromiso por el semejante”.

Puerta de entrada

Valoro la articulación en red y con la complejidad del sistema de salud, y el rol “fundamental” como “puerta de entrada que es el médico rural que en la actualidad ya no está solo, cuenta con todo un equipo”. Sostuvo que “cuenta con enfermeros universitarios indígenas en la zona oeste, agentes sanitarios, parteras, nutricionistas, psicólogos, odontólogos y bioquímicos, quienes desarrollan una valiosa labor en lo preventivo, es lo que más resultados genera”.

Advirtió el creciente “déficit” de médicos rurales en todo el país, sobre todo porque el egresado está más orientado a la tecnología, a una subespecialidad dentro de la especialidad que se desarrollan en hospitales de alta complejidad.

“Nosotros aun mantenemos valiosos equipos de salud en ámbitos rurales, quienes desarrollan estrategias de atención primaria y dan respuestas a las comunidades”, describió.

Atribuyo Mirassou el déficit a que médicos como la de su generación donde en “lo cultural, político y social aspiraba a cambios y transformaciones”, contrastando con “un liberalismo que fue avanzando con su fuerte cuota de individualismo”.

De todos modos insistió en destacar que “en lugares como Formosa con un modelo propio ha primado el arraigo, el sentido de pertenencia y de comunidad, son valores que mantenemos”. Destaco que “esto genera adhesión porque hay gente que se enamora de estos principios, encuentra satisfacción y un poder realizarse. Son pocas provincias donde se conservan estos valores que ayudan muchísimo al servicio de salud en regiones rurales”, expuso concluyente.